El Cuarto Camino
¿QUÈ ES EL CUARTO CAMINO?
El Cuarto Camino es una filosofía desarrollada por el místico armenio George I. Gurdjieff con el único fin de desarrollar consciencia. Un conocimiento hecho a la medida de los occidentales para usar de desarrollo de la consciencia en la vida diaria sin dejar las actividades cotidianas, ya que no tenemos tiempo para estar en los retiros que nos exigen los otros 3 caminos conocidos; el faquir, el monje y el yogui, convirtiendo esta filosofía en un estilo de vida muy superior al estándar.
Es la conjunción de la sabiduría de oriente más el conocimiento de occidente, es el camino perfecto para conocerse así mismo, y así, con las herramientas de este conocimiento, alcanzar la consciencia de sí en cada segundo de nuestras vidas.
Es una enseñanza objetiva. Todo debe de pasar por el riguroso método científico (observación y validación), todo se debe de comprobar en la vida cotidiana, es un conocimiento vivo, es la vía para despertar y ser consciente, es el camino hacia sí mismo.
Las 3 fuerzas
La Tercera Fuerza del Eneagrama
por Uranio Paes
Sin embargo, el Eneagrama es una sabiduría milenaria que va más allá de la descripción de los eneatipos. El diagrama (abajo) se basa en geometría sagrada y expresa leyes sobre el funcionamiento del Universo que llevaron el Sr. Gurdjieff a llamarlo "símbolo del todo y de todas las cosas". Una de ellas es la Ley de Tres, expresada en el triángulo interno del símbolo, y que explica, entre otras cosas, que cuando dos fuerzas contrarias se colocan en oposición, surge una tercera fuerza externa a ellas (trinidad). Esta tercera fuerza es llamada neutralizadora o reconciliadora porque tiene el propósito de resolver la disputa entre las dos polaridades (dualidad). Pero hay mucho que saber acerca de esta tercera fuerza y, desafortunadamente, muy pocas personas la entienden correctamente.
Citando otra vez el Sr. Gurdjieff, "la humanidad está ciega para la tercera fuerza". Esto significa que las personas tienden a vivir en la dualidad, en el maniqueísmo, en sus paradojas, reforzando las oposiciones y no las reconciliaciones. Vemos esto en todas las partes hoy en día. En las disputas entre visiones religiosas que se colocan como si fueran antagónicas; en las opiniones políticas mutuamente prejuiciosas, entre seguidores de dos partidos opositores; en el eterno debate entre socialismo, predicando la igualdad, y capitalismo, predicando libertad (dejando de lado la tercera fuerza de la fraternidad); en la tensión y discordias de las relaciones de pareja; en las dificultades del reencuentro saludable entre la fuerza masculina y la fuerza femenina en cada uno de nosotros, etc. Es importante saber que el Universo está en constante movimiento y nunca se detiene. Por esta razón, la tercera fuerza surge siempre, de una o de otra forma. Cuando estamos ciegos a la tercera fuerza, esta emerge desde abajo, de un territorio de inconsciencia o conciencia inferior, o si lo prefiere, como una fuerza enviada por el polo involutivo. Sólo cuando nos colocamos humildemente conscientes y presentes durante las disputas, sin caer en la trampa de nos consideramos los dueños de la verdad, y cuando desarrollamos una de las más refinadas formas de amor, que es el amor al enemigo, es que abrimos camino para la tercera fuerza de nivel superior, que viene de arriba, de reinos sagrados y purificados, del polo evolutivo.
Me gusta resumir los dos tipos de terceras fuerza así: el inferior es la Guerra, o la sangre; y el superior es el Amor. Desgraciadamente, la historia de nuestra humanidad ha sido ampliamente dominada por la tercera fuerza de la guerra y de la sangre, hasta ahora. Y parece que nunca existió, como hoy, tanta presión ejercida por las fuerzas de la guerra. Pero muchos, incluyendo quien les escribe, creen, paradójicamente, que nunca existió, hasta hoy, tanta abertura para la reconexión con la tercera fuerza del Amor.
Es fácil ver el dominio de la tercera fuerza de la guerra cuando miramos hacia fuera, al mundo, sobre todo al mundo de los periódicos y noticieros de televisión, con terrorismo en Francia, Líbano, Nigeria, Egipto, Mali, etc., negligencia de empresas como Samarco aquí en Brasil y cuando vemos el mundo de la política. Difícil es mirar hacia adentro y ver la tercera fuerza interior actuando en nosotros mismos, en este mismo momento. Difícil y especialmente importante, puesto que la energía que generamos en nosotros irradia para todos alrededor y para personas que están geográficamente distantes.
Es necesario comprender que la dimensión del tiempo y del espacio es ilusoria y que todo está interconectado. ¿Cómo hacerlo? Quizás deberíamos empezar poniendo atención a nuestros impulsos agresivos en los diferentes ambientes en que vivimos.
Algunos ejemplos:
• ¿En el hogar y en sus relaciones, cómo se comunica con sus hijos, esposa, esposo, padres, etc..? ¿Expresa agresividad?
• ¿En la calle, actúa con calma y educación, por ejemplo, en situaciones de tránsito o al ser maltratado en una tienda o restaurante?
• ¿En el trabajo, cómo soluciona sus dificultades de relación o conflictos? ¿Utiliza la sangre o el Amor?
• ¿Cuántos actos de corrupción practicas en su día a día, similares a los que muchos políticos practican en escala nacional? ¿Por ejemplo, evade impuestos, burla reglas y leyes, ahorra agua, maneja después de beber, toma actitudes para llevar ventaja?
• ¿Cuánto ha efectivamente perdonado a las personas que le hicieron daño en el pasado?
Cada uno tiene su camino, pero algunas prácticas reconocidamente útiles para eso son la meditación, la oración, prácticas de atención y presencia, la práctica de buenas obras y otras cosas que estamos todos cansados de saber -y, muchos de nosotros, avergonzados de practicar menos de lo que podríamos-.
La ley del tres
por Carlos Matelajovic, 12/8/84
Para poder comprender esta Ciencia Objetiva Cósmica se requiere otro nivel de recepción. Salir del sí y del no, porque en la Ciencia Objetiva tanto es 2x2=4, como =5. La lógica occidental no ha comprendido que a veces eso es posible. Hay una discrepancia entre la versión de Belcebú de la versión cosmológica y Fragmentos, a pesar de que Fragmentos es la transmisión fiel de lo que Gurdjieff transmitió en esa época, pero eso es natural, que una enseñanza pueda ser transmitida de diferentes formas. Fragmentos es mucho más intelectual, y Belcebú va mucho más profundo y es más emocional, toca más al Ser. Es conocido que las dos Leyes Fundamentales de la Ciencia Cósmica son: la Ley de Siete y la Ley de Tres. Son las Leyes Fundamentales de la Ciencia Objetiva para la creación y mantenimiento del mundo. La Ciencia occidental toma en cuenta la existencia del Mundo, de la creación del Mundo pero no toma en cuenta el mantenimiento del Mundo. Pero ¿ cuál es nuestro problema? Que nos encontramos con una mente dualista, por lo tanto no estamos acostumbrados en toda nuestra estructura del pensar, de tomar en cuenta una tríada, o lo rechazo o lo acepto, bueno o malo, etc.
Hay escritos muy antiguos en Oriente que conocían estas ideas. Todos los que han leído “La Vida en La Vida” recuerdan que en el Samkya existen las tres Gunas, las tres tres calidades que son el activo, el Rayas, el pasivo que es el Tamas y el neutralizante que es el Sattva.
Si ponemos allí: C, O y N, el Carbono se conecta con el Oxígeno (por ejemplo en los alimentos, un Carbono activo trabaja sobre el alimento, es decir los jugos gástricos con sus enzimas trabajen sobre el alimento para que después se transforme en el quimo. Y así, nuevamente lo transformado es activo, es Carbono y así siguen las tríadas concatenadas. En Belcebú la primera fuerza se llama Surb-Otheos, la segunda Surb-Skiros (skiros en griego significa duro, penoso, algo que cuesta esfuerzo, algo que en los Budistas es Duka, Saba-Duka, todo es duro en la vida, para ellos todo es segunda fuerza, todo es sufrimiento) y la tercera es Surb-Athanatos, que significa inmortal. La segunda fuerza es dura, opone resistencia y la tercera interesante para nosotros porque es inmortal, porque siempre se renueva nuevamente como nuevo Carbono. Así esta concatenación no termina nunca, una vez en marcha, la Tercera Fuerza es la que crea siempre, lo nuevo. Algo más tiene esta concatenación: de arriba hacia abajo, es activo, es involutivo y de abajo hacia arriba es evolutivo, significa que cuando quiero evolucionar, el Jarnel Miatznel es al revés. Para nosotros dentro del Trabajo de Gurdjieff es hacernos pasivos para ser trabajados por lo Superior. Es dejar de lado la rebeldía, entregarse a la Ley que viene de lo Alto. Es hacerse pasivo, no por sumisión , sino por comprensión. Evolución es comenzar con la parte pasiva en uno, para abrirse, abrir el corazón, hacerse disponible para que ésta influencia que viene de lo Alto pueda conectarse conmigo. Hay una tríada que no está en Fragmentos, que son las Tres Fuerzas son uno que es el Absoluto o Dios como Theomertmalogos, como dice Gurdjieff, que es Dios el Verbo, cuando las Tres Fuerzas todavía están unidas, no son independientes, pero cuando salen del Absoluto las Tres Fuerzas comienzan a desarrollarse en la concatenación. Gurdjieff dice que todo el Universo está lleno de una substancia primordial que se llama Eterokrilno (que viene del Éter) y kril es una fuerza. Entonces el Eterokrilno es una substancia primordial omnipresente que está en todo nuestro Universo. Belcebú le dice a su nieto “que una sola cristalización cósmica existente con el nombre de Okidanoj tiene por base el Eterokrilno”. Significa que el Okidanoj es un elemento activo, que tiene que ver con Prana de los Hindúes. Este Okidanoj está sometido al proceso dónde los tres elementos se separan, pero tienen una tendencia intrínseca de volver a unirse, como una nostalgia de volver a Uno. Esta separación se llama Djartklom o Dyartklom. Nosotros estamos muchas veces separados, negativos, en el pozo. No puedo reunir en mí. Cuando estoy positivo, tengo una meta y la vida tiene otra vez significado. Por eso es tan importante tener una nueva esperanza, un nuevo asombro, un nuevo saber, un nuevo conocimiento. Salir de la rutina, renovarme, ser eternamente principiante. Se trata entonces de relacionar nuestro pequeño cosmos; microcosmos, tetracosmos, con la idea que tienen los grandes procesos y que en realidad no vemos que sucede igual en nuestros procesos psíquicos. No vemos la Tercera Fuerza y que necesitamos hacernos pasivos en esta concatenación de tríadas , entonces podría alcanzarme otra influencia. Goethe en el Fausto dice ”Lo Eterno Femenino nos eleva”.
las leyes que rigen el Kosmos
Para explicar de dónde surgen las Leyes Universales, tomaremos como referencia las explicaciones de Gurdjieff. Este pensador-místico-filósofo armenio fue el fundador del Cuarto Camino. Él explicaba las Leyes Universales desde un punto de vista muy lógico, que es el que veremos a continuación. Según Gurdjieff y otras tradiciones místicas, aquello a lo que llamamos el ‘Kosmos’ o esta realidad que nos envuelve, se puede reducir a dos Leyes fundamentales:
(A) La Ley del Tres (creación)
(B) La Ley del Siete (orden)
Por lo tanto, diremos que vivimos en un Kosmos creado y ordenado. En la Biblia, por ejemplo, ya encontramos estas referencias: Dios creó el mundo en siete días (siete-orden); y la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) está en el origen de todo (tres-creación). De hecho, la palabra Kosmos, en su etimología, significa orden. Por lo tanto, en la misma palabra encontramos esta referencia al orden universal. Si el Universo fuera un caos, la ciencia no podría existir, pues esta intenta comprender y estudiar las Leyes que rigen la creación.
La Ley del Tres
Empecemos con la Ley del Tres. Todo lo que hay en el Universo es la combinación de tres fuerzas. Es decir, no puede existir nada sin que haya la intervención de tres fuerzas, que son:
Fuerza pasiva: de resistencia o reacción
Fuerza neutralizante o relacionante: principio equilibrante o relativizante
Estas fuerzas se encuentran en el ser humano y en la naturaleza. En la naturaleza, por ejemplo, podemos verlo en la unidad indivisible de la materia, el átomo: una carga positiva (protón), una carga negativa (electrón) y una carga neutra (neutrón). En el ser humano, es un poquito más complejo de entender. Por ejemplo, cuando la identificación o la atención absorbida por la ‘vida’ ejerce de fuerza neutralizante, el Ego está activo y la Esencia está pasiva. Cuando el trabajo interior es la fuerza neutralizante, el Ego se vuelve pasivo y la Esencia o Conciencia se vuelve activa.
Justo en medio de la conjunción de las tres fuerzas es donde se produce la manifestación.
Por lo tanto, en cada manifestación están presentes tres fuerzas. Un conjunto de tres fuerzas se llama Tríada. Una Tríada da lugar a otra Tríada y así sucesivamente. Cada nueva tríada surge de la fuerza neutralizante, que se convierte en la fuerza activa o pasiva de la siguiente tríada. La fuerza neutralizante es la que hace que la fuerza activa y pasiva estén en contacto. La podríamos asociar a la imagen de una balanza. Si no existiese esta fuerza neutra, la fuerza activa y la pasiva no podrían entran nunca en relación.
Otra manera de entender esto es mediante la siguiente imagen:
Con 1 fuerza no hacemos nada, no hay manifestación. Es necesario que haya algo más para que se produzca una manifestación. Con 2 fuerzas, tampoco. Las dos fuerzas tienen la misma intensidad y por eso se anulan la una a la otra. Con 3 fuerzas, sí existe manifestación. Encontramos este dibujo, símbolo del taoísmo, dónde aparecen las tres fuerzas. Gracias a la fuerza neutralizante, los dos opuestos se relacionan en una especie de baile de nunca acabar. El yin se expande a costa del yang y, cuando parece que se lo va a ‘comer’ del todo, el yang empieza a crecer a expensas del yin. Este equilibrio de fuerzas se encuentra presente en todo lo que existe.La Ley del Siete o ley de octavas
Por otro lado, el siete es el que ordena. Esto significa que la creación ó Kosmos está dispuesta en orden y está ordenada en cierta dirección por esta ley. Las tres fuerzas primordiales provienen del Absoluto, que es su fuente, y ellas crean nuevas fuerzas. Éstas fuerzas van bajando en el rayo de la creación y son frenadas en dos puntos, debido a la ley del siete. Para entender mejor la ley del siete, podemos imaginar un tubo que tiene dos constricciones. Si echamos agua desde la parte de arriba, el agua se verá frenada en dos puntos (ver imagen):
Estos dos puntos en los que las fuerzas son frenadas, son entre el nivel 1 y el 3, y entre el nivel 24 y el 48. Como veremos, en estos dos puntos se necesita un choque para que las fuerzas fluyan a lo largo de todo el rayo de la creación. Por otro lado, en esta imagen, vemos que existe una correspondencia ente el Microcosmos (Ser Humano) y el Macrocosmos. Es decir, a nivel del Ser Humano, tenemos un cuerpo que se corresponde con cada uno de los planos de la Realidad Absoluta. Veámoslo. Por un lado, tenemos un cuerpo físico (microcosmos) que se mueve por el Plano físico (macrocosmos). Pero, a la vez, también tenemos un cuerpo etérico (microcosmos) que se mueve por un Plano Etérico (macrocosmos). Al mismo tiempo, también tenemos un cuerpo emocional (microcosmos) y, por otro, existe paralelamente un espacio o dimensión astral donde se mueven estas emociones (macrocosmos). Lo mismo ocurre con el cuerpo mental y el cuerpo causal. Es decir, lo creamos o no, todos tenemos muchos cuerpos que están en contacto con diversos planos de manifestación. Pero volvamos a la ley del siete y a los dos puntos en los cuales las fuerzas son detenidas. La primera detención, la del 1 al 3, se supera por la Voluntad del Absoluto. De ahí proviene el choque necesario para que surjan las tres primeras leyes. En la segunda detención, la del 24 al 48, se necesita otro choque para que las fuerzas sigan fluyendo. ¿Cuál? Nosotros. El ser humano es el que permite que las fuerzas (o mejor dicho, ciertas fuerzas necesarias para dar sentido a la Creación), en este punto, puedan subir y bajar. En cierto modo, estamos espiritualizando la materia o, si se prefiere, materializando el espíritu. El ser humano, en este sentido, es una especie de transmisor de las fuerzas que pasan de las partes superiores del rayo a las partes inferiores.
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