Heridas De Nacimiento
Isabel Allende (2004) |
El ego alberga las sombras y las heridas de nacimiento, generalmente inconscientes. Reconocer la herida de tu eneatipo puede ayudarte a trascenderla, comprender y sanar tu vida.
LAS HERIDAS DE CADA ENEATIPO
Eneatipo 1 (el reformador): quiere ser perfecto y corregir el mundo
La herida de esta personalidad radica en la no aceptación de sí mismo. Se percibe como alguien imperfecto y crea un ideal sobre cómo debería ser. Al no poder cumplir su propia expectativa de perfección se critica, juzga y exige, a sí mismo y a los demás.
Eneatipo 2 (el altruísta): ansía ser necesitado y amado
Esta personalidad no se siente digna de amor y cree que no es correcto amarse a sí mismo. La herida lo impulsa a depender de la aceptación de los demás, por eso busca constantemente complacer y agradar al prójimo.
Eneatipo 3 (el triunfador): compite para brillar, atraer y ser valorado
Su herida radica en creer que no es valioso por lo que verdaderamente es. Además, su baja autoestima lo impulsa a trabajar sin descanso para ser reconocido y a crear máscaras para impresionar a los demás a través del logro de sus objetivos.
Eneatipo 4 (el especial): quiere atención, sintiéndose único y diferente
Esta personalidad se siente inferior a los demás, por lo que vive comparándose. Busca ser reconocida, para lo que suele disfrazarse de alguien especial, incomprendido y profundo.
Eneatipo 5 (el erudito): se distancia para observar y evitar la invasión
Su herida radica en creer que no es correcto sentirse a gusto, pues el mundo puede herirlo. Porque teme ser lastimado, se refugia en la soledad, evita expresar sus sentimientos y pasar sus pensamientos a la acción.
Eneatipo 6 (el leal): quiere seguridad pero duda y desconfía
Esta personalidad no confía en sí misma, por ello teme tomar decisiones. Por su inseguridad, piensa constantemente en lo peor que podría pasar y delega en los demás la toma de decisiones.
Eneatipo 7 (el entusiasta): busca la estimulación y novedad
Su herida consiste en el terror al sufrimiento, el vacío y la insatisfacción. Por ello, se evade a sí mismo con su sentido del humor y hace actividades constantemente.
Eneatipo 8 (el lider): quiere tener dominio y control
Esta personalidad necesita tener todo bajo su control, porque su herida lo lleva a creer que es vulnerable y débil. Vive a la defensiva y crea corazas porque teme sufrir.
Eneatipo 9 (el conciliador): quiere vivir en paz y tranquilidad
Su herida consiste en infravalorarse, creyendo que no es importante. Por ello se anula, busca pasar desapercibido y evitar el conflicto.
Iluminar las heridas permite abrazar todas las partes de tu ser e impulsar la transformación.
Fuente: Maria Elena Badillo |
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