Eneatipos
¿Qué es el Eneagrama?
La palabra Eneagrama deriva de las palabras griegas enea ("nueve") y grama ("algo escrito o dibujado") y se refiere a una figura de nueve puntas inscrita en un círculo. El símbolo del eneagrama transmite una gran cantidad de conocimiento sobre la naturaleza del cambio, tanto en la psique humana como en otros sistemas naturales.
El sistema del Eneagrama de los tipos de la personalidad situados alrededor del símbolo del Eneagrama ofrece una comprensión profunda de la forma en que las personas piensan, sienten y se comportan. Expone nueve tipos de personalidad distintos y los patrones y hábitos que los caracterizan. Su gran poder radica en la precisión y profundidad de las descripciones de la personalidad y en el camino de transformación que ofrece a quienes desean crecer para alcanzar su máximo potencial.
La personalidad se define comúnmente como el carácter distintivo de una persona, que se manifiesta a través de patrones de pensamiento, de emoción y de comportamiento. También puede ser visto como un conjunto de estrategias de afrontamiento que una persona adopta desde el principio con el fin de sobrevivir en un mundo que no cumple con todos sus necesidades.
El sistema del Eneagrama de tipos de personalidad describe nueve tipos de personalidad distintos y las relaciones e interconexiones entre ellos. Cada tipo se caracteriza por hábitos específicos de atención. La conciencia del propio tipo provee una gran cantidad de información acerca de los patrones inconscientes y automáticos de pensar, sentir y comportarse. El conocimiento de los nueve tipos también puede inspirar a un mayor entendimiento de las diferencias entre personas con diferentes visiones del mundo e incluso opuestas. Entender el mapa subyacente de las propias tendencias habituales puede formar la base del crecimiento personal y el aumento de la compasión por los demás.
El Eneagrama describe tres centros de inteligencia humana - la cabeza, el corazón y el cuerpo - nueve tipos de personalidad interconectados, y 27 subtipos - tres versiones de cada uno de los nueve tipos, según la persona tenga un impulso predominante hacia la Auto-Conservación, hacia la interacción Social en grupos, o hacia la vinculación Uno a Uno. Las descripciones de subtipos ofrecen una visión aún más matizada de las posibles manifestaciones de la personalidad humana, arrojando luz sobre nuestro funcionamiento más automático para que podamos ser más conscientes de nosotros mismos.
¿Cómo puede ayudarle el Eneagrama?
Todos los seres humanos estamos limitados en la medida en que estamos atrapados en patrones automáticos invisibles que no vemos. Todos asumimos temprano en la vida estrategias específicas de afrontamiento para así llevarnos bien con los demás y para obtener lo que necesitamos, y estas estrategias tempranas para lidiar con el mundo que nos rodea se vuelven patrones rígidos y fijos que pueden ser difíciles de cambiar porque son viejos, familiares, y cómodos. Al iluminar los patrones habituales que nos constriñen (que a menudo no vemos porque son inconscientes), el Eneagrama proporciona un mapa para liberarse de hábitos compulsivos, para ser más consciente en las elecciones que hacemos y para tener una gama más amplia de estrategias de afrontamiento en la vida cotidiana.
En resumen, nos ayuda a despertar a nuestros patrones repetitivos inconscientes (y por lo tanto automáticos e invisibles) que dirigen nuestras creencias, nuestras emociones y nuestro comportamiento para que podamos vivir la vida más plenamente y tener una experiencia más completa y satisfactoria de todo lo que nos sucede.
¿Cómo funciona el Eneagrama?
Tres centros y nueve tipos de personalidad y 27 subtipos: qué son y cómo ayudan al autodesarrollo.
Los nueve puntos del Eneagrama representan nueve tipos de personalidad distintos: nueve visiones del mundo distintas o nueve formas diferentes de prestar atención asociadas con diferentes patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento.
El modelo del Eneagrama sugiere que cada individuo ve los 360 grados de la realidad sólo a través de una estrecha porción de percepción basada en estrategias tempranas de afrontamiento que se utilizaron para adaptarse al entorno en la infancia. Estas estrategias de afrontamiento se acaban convirtiendo en patrones de percepción del mundo y dan forma a aquello a lo que prestamos atención y a lo que no prestamos atención.
Estas estrategias de adaptación nos ayudan a sobrevivir y prosperar en la infancia, pero después de llegar a la edad adulta, pueden representar fortalezas utilizadas en exceso y un conjunto demasiado reducido de hábitos a través del cual interactuamos con el mundo.
Estudiar la personalidad según el mapa del Eneagrama puede ayudar a ver más claramente lo que tendemos a pensar, sentir y hacer de manera habitual y automática. Al volvernos más conscientes de nuestros hábitos inconscientes, podemos ampliar nuestra capacidad para interactuar con el mundo de formas más efectivas, y hacer que nuestro comportamiento esté guiado por una elección más consciente en lugar de por un hábito inconsciente.
Aquí, una breve descripción de los eneatipos y sus características conductuales mas comunes:
8 El Jefe o Desafiador
Podemos decirle también El Líder, El Justiciero. Ama la justicia, cuando algo le parece injusto estalla y cuando esto pasa no ve al otro, puede decir lo peor en el peor momento, no tiene control. Siente que siempre alguien o algo de afuera lo hace estallar. En conciencia integrada, es el amigo genuino, ayuda económicamente, es protector y generoso, no tolera la traición. Tienden a estar orientados a la fuerza y el poder, generalmente van hacia el conflicto y la confrontación más fácilmente que otros tipos. También tienen un acceso más fácil a la ira que la mayoría de los otros tipos. Centran su atención en crear orden a partir del desorden, en la pintura global y en quién tiene el poder. Tienen mucha energía, aunque pueden subestimar su impacto en los demás. Pueden ser excesivos, impulsivos, generosos y proteger a los demás. Son líderes naturales, pero pueden tener un punto ciego cuando se trata de expresar su vulnerabilidad.
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9 El Mediador o Pacificador
Son buenos conciliadores porque de forma natural pueden ver todos los lados de un problema y sentirse motivados para reducir el conflicto y crear armonía. Por lo general, son afables y tranquilos, y centran su atención en llevarse bien con otras personas. Tienden a no estar en contacto con su propia ira y sus propios intereses, porque tener ira u opiniones fuertes puede provocar conflictos con los demás, lo que les desagrada y por lo tanto lo evitan habitualmente. A menudo les cuesta decir que no y tomar partido por sus propias opiniones y deseos, por eso pueden decir que sí cuando quieren decir lo contrario, y pueden convertirse en pasivos-agresivos cuando se filtra o se pone en evidencia su enojo no reconocido. Su anhelo de paz es lo que lo caracteriza. Cuando algo lo altera se paraliza. Va a esperar que alguien actúe por él o ella.
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1 El Perfeccionista o Reformador
Tienden a ver el mundo en términos de cómo coincide (o no) con lo que ellos ven como perfecto o ideal. Su foco de atención está en si las cosas están bien o mal, haciendo lo correcto, advirtiendo y corrigiendo errores, y trabajando duro para mejorar las cosas. Tienen una voz crítica interna fuerte que cometa todo que hacen y pueden ser también críticos y juzgadores con los demás. Usualmente se ajustan a las reglas y estándares y tienden a ser reformadores idealistas. A menudo son personas de alta integridad. Los desafíos centrales incluyen manejar su propia ira y su autocrítica. Tienen gran capacidad de administrar, son prácticos, lógicos y seguramente rara vez estén equivocados cuando discuten sobre algo, ya que naturalmente saben como deben hacerse las cosas, siente que tiene la obligación moral de hacer las cosas bien. Lamentablemente, muchas veces estas actitudes lo hacen caer en la rigidez y no aceptan que los demás puedan pensar o hacer de forma diferente.
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2 El Ayudador Amistoso
También se lo llama a veces Dador o Altruista, ya que los Dos quieren crear una buena relación y conexión con las personas. Suelen dar estratégicamente y tienen miedo de pedir lo que necesitan, por lo que dan a los demás como una manera de hacerse importantes e invitar implícitamente a otros a satisfacer sus necesidades (no expresadas). Tienden a ser amigables, optimistas y generosos (en extremo). Su foco de atención está en las otras personas, en relaciones importantes y en lo que otros piensan y sienten sobre ellos. Prestan mucha atención a si les gustan a otros o no y se esfuerzan por ser indispensables y ganar aprobación a los ojos de los demás. Son muy empáticos, pero pueden no estar en contacto con sus propios sentimientos y necesidades, y dar compulsivamente. Resumiendo, el 2 es el que ayuda, afectuoso, receptivo, adaptable, generoso y empático, se preocupa por los otros, aspira a dar mejor. En su deseo de servir a los demás, comienza a creer que su felicidad depende del bienestar y felicidad de los demás. En esa distorsión, no reconoce ni atiende su propias necesidades. No sabe pedir ayuda.
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3 El Ejecutor o Triunfador
También llamado El Exitoso, y tienden a ver el mundo en términos de tareas, objetivos y de lograr éxito. Su foco de atención es ser percibido como exitoso y como capaz de hacer muchas cosas. Son buenos para combinar el modelo ideal de cómo se debe hacer algo en términos de éxito material con los ideales culturales aceptados de logro. Normalmente se enfocan en hacer a expensas de sentir (emociones) y de ser. Pueden tener dificultades para desacelerar y para saber lo que están sintiendo, pero son muy buenos para hacer mucho de la manera más eficiente. Sus principales desafíos son saber lo que realmente piensan y sienten (y no solo lo que aparenta bien pensar y sentir) así como reducir su ritmo y ser capaces de no hacer nada. Tiene la gran capacidad de llegar a realizar lo que se propone, mueve a los demás y a sí mismo. Tiene miedo al rechazo, busca la aprobación de los demás a través de lo que hace y de la imagen que proyecta, En esa necesidad de que no lo dejen de querer, hace sin preguntarse el sentido y ante el fracaso se paraliza.
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4 El Artista
Otros nombres que se le asigna son El Especial, El Romántico, El Individualista. Tienden a tener una alta sensibilidad artística o estética, valoran las emociones y la autenticidad, y se sienten cómodos con una amplia gama de emociones, incluido el dolor. Debido a que viven más en sus sentimientos que otras personas, a veces pueden identificarse excesivamente con ellas. Centran su atención en su propio mundo interno, en el estado de sus conexiones con los demás y en los aspectos estéticos de su entorno. En las relaciones, valoran la profundidad y la expresión genuina de los sentimientos. Tienden a ser idealistas y creativos, pero a veces pueden verse atrapados por el anhelo de lo que les falta, por la melancolía o por su foco en el pasado. El 4 vibra vida, sensible, creativo, intuitivo, ama lo invisible, necesita plasmar afuera su mundo interior, que es muy rico, necesita ser escuchado.
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5 El Observador
El Pensador, El Intelectual, El Sabio. Tienden a ser introvertidos y tímidos, y menos expresivos emocionalmente que otros tipos. Centran su atención en el pensamiento, en actividades e intereses intelectuales interesantes y en la creación de límites para mantener su privacidad. A menudo tienen la sensación de que tienen una cantidad limitada de energía y son sensibles a otras personas que potencialmente están drenando sus depósitos finitos de tiempo y energía. Por lo general, marcan bien los límites y pueden retirarse a un lugar seguro si se sienten amenazados por una intrusión. A veces se pueden proteger excesivamente y pueden tener dificultades para abrirse a otras personas en las relaciones. Tiene gran capacidad de observación y análisis. Estudia la realidad. Frente a la adversidad se aleja. Piensa en cual es la respuesta adecuada, su miedo es a la hora de interactuar con la realidad.
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6 El Leal o Colaborador
A veces es llamado el Abogado del Diablo o el Opositor porque tienden a llevar la contraria a la hora de pensar. Tienen una vena rebelde y generalmente tienen problemas de autoridad: desean una autoridad respetable a la vez que sienten una sensación de desconfianza en presencia de figuras de autoridad. Centran su atención en detectar amenazas a su seguridad y en prepararse para el caso de que ocurra algo peligroso. Por naturaleza son vigilantes, y pueden ser activamente temerosos (fóbicos) o fuertes e intimidantes como movimiento proactivo contra el miedo (contra-fóbicos). Tienden a ser leales, analíticos y buenos para resolver problemas, pero también pueden tener que luchar con la paranoia y la indecisión. Actitud positiva desde la responsabilidad, va hacia los otros, acompaña, sostiene, cuida. Se queda en su círculo más íntimo, la familia. Muestra valores como fidelidad, honestidad y entrega.
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7 El Epicúreo o Aventurero
Es El Entusiasta, El Planificador. Tienden a ser enérgicos, rápidos y optimistas. Centran su atención en actividades divertidas y estimulantes que pensar y que hacer, en la creación de muchas opciones y en la planificación. Por lo general, son personas entusiastas, amantes de la diversión que no les gusta sentir sentimientos incómodos, como la tristeza, la ansiedad, el aburrimiento o el dolor. Son buenos para reformular los aspectos negativos y convertirlos en positivos, generalmente tienen muchos intereses y, por lo general, disfrutan de interactuar socialmente con los demás. Sus desafíos centrales incluyen lidiar con emociones difíciles o incómodas, demostrar el conflicto en las relaciones y enfocarse en una cosa de cada vez. Suele tener una mirada positiva de la realidad, por lo que su actitud frente a la adversidad: no se preocupa, minimiza el problema, se ilusiona pensando que las cosas van a salir como el o ella quiere. Deja fluir, tapa lo malo. En vez de preocuparse por qué y para qué, dice ya va a pasar. Se evade de la realidad.
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LAS HERIDAS DE CADA ENEATIPO
La mirada mas consensuada acerca de este "mapa de las personalidades", a través del tiempo y de distintos autores, es la de utilizarlo como una herramienta para descubrir nuestro lado luminoso (esencia) y tu lado oscuro (ego), expandiendo así la consciencia sobre uno mismo.
El ego, entendido como un sistema de defensa, esta formado de sombras y heridas de nacimiento, generalmente inconscientes. Reconocer nuestro eneatipo, es el primer paso para trascender, comprender y sanar nuestra vida.
Eneatipo 1: quiere ser perfecto y corregir el mundo
La herida de esta personalidad radica en la no aceptación de sí mismo. Se percibe como alguien imperfecto y crea un ideal sobre cómo debería ser. Al no poder cumplir su propia expectativa de perfección se critica, juzga y exige, a sí mismo y a los demás.
Eneatipo 2: ansía ser necesitado y amado
Esta personalidad no se siente digna de amor y cree que no es correcto amarse a sí mismo. La herida lo impulsa a depender de la aceptación de los demás, por eso busca constantemente complacer y agradar al prójimo.
Eneatipo 3: compite para brillar, atraer y ser valorado
Su herida radica en creer que no es valioso por lo que verdaderamente es. Además, su baja autoestima lo impulsa a trabajar sin descanso para ser reconocido y a crear máscaras para impresionar a los demás.
Eneatipo 4: quiere atención, sintiéndose único y diferente
Esta personalidad se siente inferior a los demás, por lo que vive comparándose. Busca ser reconocida, para lo que suele disfrazarse de alguien especial, incomprendido y profundo.
Eneatipo 5: se distancia para observar y evitar la invasión
Su herida radica en creer que no es correcto sentirse a gusto, pues el mundo puede herirlo. Porque teme ser lastimado, se refugia en la soledad, evita expresar sus sentimientos y pasar sus pensamientos a la acción.
Eneatipo 6: quiere seguridad pero duda y desconfía
Esta personalidad no confía en sí misma, por ello teme tomar decisiones. Por su inseguridad, piensa constantemente en lo peor que podría pasar y delega en los demás la toma de decisiones.
Eneatipo 7: busca la estimulación y novedad
Su herida consiste en el terror al sufrimiento, el vacío y la insatisfacción. Por ello, se evade a sí mismo con su sentido del humor y hace actividades constantemente.
Eneatipo 8: quiere tener dominio y control
Esta personalidad necesita tener todo bajo su control, porque su herida lo lleva a creer que es vulnerable y débil. Vive a la defensiva y crea corazas porque teme sufrir.
Eneatipo 9: quiere vivir en paz y tranquilidad
Su herida consiste en infravalorarse, creyendo que no es importante. Por ello se anula, busca pasar desapercibido y evitar el conflicto.
Iluminar las heridas permite abrazar todas las partes de tu ser e impulsar la transformación.
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